Diario Activo, República Dominicana – El asma es una afección en la que las vías respiratorias se estrechan e hinchan y puede haber tanto más mucosidad como otros síntomas. Aunque el asma también afecta a los adultos, es la enfermedad más frecuente en los niños. En el mundo, más de 262 millones de personas sufren de asma y más de 461 000 han muerto debido a esta afección, según informa la Organización Mundial de la Salud.
No existe cura para el asma y pese a que para algunas personas es tan solo un problema menor, en otros, interfiere con las actividades diarias y puede llevarlos a sufrir un ataque mortal de asma. El buen control diario del asma es fundamental para mantener los síntomas a raya y evitar un ataque, comenta el Dr. John Costello, neumólogo de Mayo Clinic Healthcare en Londres.
Los síntomas del asma incluyen falta de aire, opresión en el pecho, silbido del pecho al exhalar, problemas para dormir a causa de la falta de aire, tos o silbido del pecho y ataques de tos o de silbido del pecho ante la presencia de un virus respiratorio.
El asma suele ser una afección que va y viene, pero empeora ante un virus respiratorio, una alergia u otro motivo desencadenante. No se sabe por qué algunas personas contraen asma y otras no. En algunos, los signos y síntomas del asma recrudecen en ciertas situaciones, como al hacer ejercicio. El clima frío y hasta las tormentas de rayos también pueden desencadenar el asma.
«El asma tiene un gran componente genético, igual que las alergias, pero aún se investiga una definición clara de los genes implicados y es un tema muy discutido. Por lo tanto, es muy difícil prevenir el asma como afección, pero la frecuencia y la gravedad de los ataques sí pueden prevenirse con un tratamiento regular», dice el Dr. Costello.
Los niños con asma posiblemente no puedan expresar verbalmente los síntomas que presentan, pero los padres suelen notar que el pequeño tiene infecciones de pecho más frecuentes que los demás hermanos o escuchan un silbido del pecho a menudo. Además, en la familia puede haber antecedentes de tos, silbido del pecho, falta de aire, asma o alergias, todos factores que dirigen hacia el diagnóstico de asma.
«El asma generalmente mejora en los primeros años de la adolescencia. No obstante, tampoco se sabe por qué mejora ni si es por cambios hormonales o de otro tipo. De todas maneras, una vez que se diagnostica asma, siempre hay la tendencia a que bajo las circunstancias apropiadas, vuelva a presentarse más adelante en la vida», añade el Dr. Costello.
Las personas con asma y quienes se encargan de su atención médica pueden consultar las pautas locales e internacionales para el tratamiento a fin de elaborar un plan gradual que permita vivir con la afección, evitar los ataques de asma y reconocer cuándo está fuera de control. La terapia de inhalación es el tratamiento de preferencia, aunque los pacientes con asma intensa posiblemente requieran corticoides, sea por vía oral o intravenosa.
«Cuando el paciente no responde, entonces, hay que ingresarlo al hospital (en caso necesario) para asegurarse que estos medicamentos se administren de forma eficaz», concluye el Dr. Costello.